miércoles, 21 de septiembre de 2011

Desarrollo de mi propuesta No. 1 como candidato a la Junta Administradora Local de Teusaquillo


1. Contribuir al fortalecimiento del estado de derecho mediante la construcción de la democracia participativa con movilización social, facilitando procesos de veeduría ciudadana en planeación, ordenamiento territorial, presupuesto y rendición de cuentas. 

Para empezar es necesario traer a cuento la discusión, iniciada durante la Guerra Fría, sobre la deseabilidad de la democracia, considerada  peligrosa hasta finales del siglo XIX,  y la  tensión que este concepto provocó en ámbitos del  capitalismo. Un exceso de democracia, se pensaba, podría llegar a colocar  límites a la propiedad; hecho controvertido que si bien podría redundar en ganancias redistributivas para los sectores sociales desfavorecidos,  operaría en detrimento del beneficio al capital individual. Fue en el centro de este debate que aparecieron modelos de democracia alternativos al liberal: La democracia participativa, la democracia popular en los países del este de Europa, y la democracia desarrollista en los países que recién llegaban a la independencia.

Entre los aspectos a analizar se encuentran las respuestas dadas a interrogantes  sobre las relaciones entre el procedimiento y la forma de  aplicación  de la democracia, el papel de la burocracia en la vida democrática, y la representación en la práctica democrática.

Schumpeter,  teórico liberal, cuestionó la idea de una soberanía popular fuerte al plantear la  pregunta: ¿Es posible que el pueblo gobierne...? a la que respondió negativamente. Afirmaba, en su sustentación,  que el pueblo soberano era incapaz de tomar posiciones racionales ante asuntos específicos. Para él, el proceso de la democracia no pasaba por la toma de decisiones por parte del pueblo. La democracia era más bien “un método político”, un cierto tipo de concertación institucional para llegar a decisiones políticas y administrativas. En su doctrina  argumentaba que los individuos son fácilmente manipulables en las sociedades de masas; que los individuos, en la política, ceden ante impulsos extra racionales o irracionales, actuando de manera casi infantil al momento de tomar decisiones. (Schumpeter, 1942: 257).

Norberto Bobbio dio el paso siguiente al transformar la democracia en un procedimiento conformado por un conjunto de reglas para la formación de gobiernos representativos...para la formación de mayorías. Conceptuaba que la participación de los  individuos en la práctica política, terminaba por volverse indeseable y que el motivo de ello era la complejidad social que en las democracias contemporáneas inhibía la participación. (Ver Bobbio, 1986)

Así las cosas, puede afirmarse que la primera vía de consolidación de la concepción hegemónica de democracia apuntó a la reducción de la soberanía popular y a la identificación de la democracia con las reglas del proceso electoral.

Mientras esos análisis se hacían, la realidad de  expansión global de la democracia liberal coincidía con una grave crisis en los países en donde más se había consolidado. Crisis que estudiosos del tema identificaron como de la “doble patología”: Patología de la participación, ante el aumento dramático del abstencionismo; y patología de la representación, expresada por el hecho de que los ciudadanos se consideraban cada vez menos representados por aquellos a quienes elegían.

El papel de la burocracia en la vida democrática

Para la concepción hegemónica de la democracia la consolidación de la burocracia fue haciéndose cada vez más indispensable.

Max Weber abrió esta discusión al situar  en el centro de debate democrático de comienzos del siglo XX la tesis de que era inevitable para el ciudadano común la pérdida del control sobre los procesos de decisión política y económica; y que, en contraste, era también inevitable el creciente control de este proceso por parte  diferentes formas de organización burocrática que para él estaba ligada al surgimiento y desarrollo del estado moderno.

Norberto Bobbio ratificó esta tesis al conceptuar que a medida que las sociedades pasaran de una economía familiar a una economía de mercado, aumentarían los problemas políticos para cuya solución se requerirían, cada vez más, las competencias técnicas de expertos y especialistas.

La Democracia Participativa

Las formas burocráticas, descritas por Weber y Bobbio son autocráticas en la forma como se gerencia el personal administrativo y en la forma como se aboga por  soluciones homogéneas para resolver los problemas enfrentados en las diferentes jurisdicciones. La concepción tradicional de gestión burocrática aboga por fórmulas homogéneas para solucionar los problemas que se presentan en los diferentes niveles de la gestión administrativa. En contraste la realidad enfrenta múltiples problemas que exigen, cada vez más, soluciones diversas en las que se hace necesario coordinar grupos heterogéneos que ayuden a encontrar soluciones creativas a situaciones, distintas unas de otras, presentes incluso en una misma jurisdicción.

El conocimiento detentado por los actores sociales pasa entonces a ser el elemento central para la solución de los problemas de gestión. Del mismo modo, cada vez es más claro, las burocracias centralizadas no están en condición de agregar o lidiar con el acumulado de  información necesaria para la ejecución de políticas complejas en las áreas social, ambiental o cultural; apareciendo aquí la necesidad de insertar en el debate democrático la llamada “concertación participativa” que, por ser plural, debe contar con el consentimiento de los actores sociales en procesos racionales de discusión y deliberación.

Así, el modo de proceder democrático no puede ser simplemente un método de autorización a los gobernantes. Tiene que ser  una forma de ejercicio colectivo del poder político, con base en un proceso libre de presentación de razones entre iguales.

Democracia Participativa Vs.  Democracia Representativa

Resolver el conflicto entre democracia participativa y democracia representativa es otra parte del asunto a tratar. Para ello se hace necesario relativizar la representatividad o articular la democracia representativa con la democracia participativa en procura de defender los intereses e identidades ciudadanas.

Ello presupone el reconocimiento y apoyo por parte de las diferentes instancias de los gobiernos de los  procedimientos participativos. El objetivo es asociar al proceso de fortalecimiento de la democracia local formas de renovación cultural, que ligadas a una nueva institucionalidad política, coloquen en la agenda democrática la pluralidad cultural y la  inclusión social.

En relación con este tema desde la Junta Administradora Local se debe, en consecuencia:

Promover la participación, la organización y las acciones de prevención y control de la convivencia ciudadana, buscando que se haga en forma más eficiente y clara para la ciudadanía.

Buscar para la localidad formas de autonomía mínima en materia administrativa y presupuestal.

Promover el ejercicio real de planes locales participativos.

Construir democracia con movilización social; pues solo ahí cabe el desarrollo auténtico de la participación ciudadana y comunitaria.

Fortalecer la democracia participativa procurando superar las restricciones institucionales y remover los obstáculos que dificultan su ejercicio; para ello deberá trabajarse en los mecanismos de democracia directa, los nuevos modelos de movilización ciudadana (veedurías) y los movimientos sociales urbanos.

Trabajar para que más organizaciones y ciudadanos/ciudadanas concurran a menos escenarios, pero con mayor eficacia e incidencia.

Coadyuvar en el fortalecimiento de las organizaciones sociales locales.

Secundar por la participación incidente en los procesos de ordenamiento territorial, planeación y presupuesto participativo, control social y rendición de cuentas.

Luchar por mejorar las condiciones para que los escenarios de participación sean más intensos, pero con mayor pluralidad, procurando reducir la discrecionalidad de los funcionarios directivos en la escogencia del tipo de organizaciones y asociaciones que deben ser convocadas a participar.

Autonomía ciudadana, no a la cooptación.

Abogar por que se proporcione, por todos los medios al alcance, la información necesaria a la ciudadanía para que pueda intervenir con conocimiento suficiente y oportuno en el control social y la gestión de lo público.

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