Entrevista realizada por La Franja Amarilla de Teusaquillo
En Teusaquillo, en la izquierda, podría ser la síntesis de la parábola vital de Félix Guillermo Torres Ramírez, alcalde de la Localidad en 2004 durante el primer gobierno del Polo Democrático en la ciudad de Bogotá, hoy candidato a la Junta Administradora de esa localidad por el Polo Democrático Alternativo.
Desde que estudiaba primaria en el Gimnasio Antonio Nariño del CUAN, después bachillerato en el Colegio Americano, y luego administración de empresas en la Universidad Nacional de Colombia, la trayectoria de Félix Guillermo ha girado en torno de los barrios e instituciones de esta Localidad.
Las inquietudes sociales lo comprometieron muy joven al lado de uno de los grupos de la izquierda colombiana, la Unión Revolucionaria Socialista, en la organización de una cooperativa de consumo para los conductores asalariados de Bogotá, con sede en Fontibón, que dirigió durante cuatro años. Era la época del movimiento estudiantil que sacudió al país entre 1968 y 1972, en pleno Frente Nacional.
Fiel a sus convicciones, integró años después la dirección nacional del Movimiento Socialista Firmes, al lado de Gerardo Molina, Luis Carlos Pérez, Diego Montaña Cuéllar, Nelly de Aparicio, José Gutiérrez y Jorge Regueros Peralta. Al lado de Orlando Fals Borda y el Movimiento Colombia Unida, se sumó a los trabajos de la Asamblea Nacional Constituyente, en 1991. Participó años más tarde en la fundación del Polo Democrático Independiente - PDI, y hoy integra las filas del Polo Democrático Alternativo.
En el cooperativismo
Félix Guillermo Torres se aventuró unos años como empresario de confecciones, lidiando a pecho descubierto con las políticas aperturistas que terminaron asfixiándolo y fue también, durante un lapso, sub-jefe del grupo de comisariatos de Ecopetrol en Barrancabermeja. Pero había de ser el cooperativismo el campo en el que recogió los mejores frutos como profesional.
La Cooperativa de Conductores Asalariados de Bogotá sorteó una dura pero interesante prueba de cómo las cooperativas pueden servir a los trabajadores, cuando en el año 1977, a raíz del Paro Cívico Nacional decretado por el pueblo contra López Michelsen y su Mandato de Hambre, los principales dirigentes del sindicato de conductores fundador de la cooperativa fueron despedidos y encontraron en ella una base de sustento para paliar los inconvenientes que esta acción representó para ellos y sus familias.
Tiempo después pasó a la gerencia de la Cooperativa de Empleados del Instituto Colombiano de Comercio Exterior–INCOMEX y, con la experiencia acumulada en esos años de logros y fracasos, se aventuró a impulsar, junto con un grupo de dirigentes campesinos, la conformación de una central nacional de cooperativas agrarias para participar en un proceso de Mercados Móviles Populares impulsado por el gobierno Distrital y la Central de Abastos de Bogotá –Corabastos, experiencia que le dejó importantes aprendizajes y que procuró repetir en tiempos recientes al unir las localidades de Usme, Ciudad Bolívar y Teusaquillo en un proceso similar. Félix Guillermo recuerda como en aquel novedoso proceso de mercadeo móvil convertido en política pública, se llegaron a instalar hasta tres o cuatro mercados diarios en distintos sectores de Bogotá, y como a instancias de ese proceso alcanzaron a asociarse más de 25 cooperativas u organizaciones cooperativas agrarias del país; logrando que los campesinos del Tolima, del Valle, del Meta, de Caldas, de Santander pudieran llevar directamente sus productos al consumidor final sin la presencia de intermediarios.
Como Alcalde Local de Teusaquillo
¿Cómo llegó Félix Guillermo a ser alcalde local?
“La iniciativa fue de un grupo de compañeros que en los primeros meses del año 2004 me animó a participar en un concurso interno del partido al que para el efecto se citaron varios encuentros y, al final del cual, una asamblea local decidió apoyar mi candidatura… La decisión final fue adoptada por el alcalde mayor de aquel momento, Luis Eduardo Garzón”.
Al abrir la puerta del despacho, cuenta Félix Guillermo, se topó con la realidad local de la pobreza oculta; con gente en dificultades a la hora de pagar el impuesto predial y los servicios. La situación más angustiosa era la que vivían los adultos mayores. Para oírlos, y para instituir a los diferentes colectivos –mujeres, jóvenes, artistas, vendedores ambulantes– en procesos organizativos, Félix Guillermo puso a marchar a toda vela la Casa de la Participación que había sido inaugurada por el anterior alcalde. “La Casa se volvió un hervidero –dice–, porque se fue creando una dinámica muy interesante. La gente entendió que había un alcalde dispuesto a construir democracia, empezando por la escucha atenta de sus necesidades más sentidas”.
La segunda tarea que se propuso fue fortalecer la participación ciudadana en la elaboración del Plan de Desarrollo Local, hecho que logró sacar adelante, no sin antes observar que las normas no facilitaban su desarrollo posterior; “porque, aunque La Constitución y las leyes colombianas hablan mucho de la democracia participativa, en la práctica privan a los ciudadanos de un verdadero poder de decisión”, puntualiza Félix Guillermo.
El tercer objetivo fue contribuir al impulso del Plan de Igualdad de Oportunidades para las mujeres en Teusaquillo coordinando el trabajo con Juanita Barreto, a la sazón responsable de la Oficina de Mujer y género del Distrito Capital… “Teusaquillo cuenta con la enorme ventaja de contar con un sector del movimiento de mujeres militantes”, dice.
Félix Guillermo, con base en el ejercicio de los presupuestos participativos, otra de las claves de la profundización de la democracia local, dejó así asignados los recursos para abrir la primera Casa de la Igualdad de Oportunidades para las mujeres en Bogotá.
La población en situación de vulnerabilidad
“Los adultos mayores y la infancia merecen el pleno reconocimiento de sus derechos sociales, económicos y culturales, por las singularidades de su condición vital”. Con base en estos criterios los comedores comunitarios, sobre todo para los adultos mayores, y el refrigerio en los colegios, ambos organizados por Félix Guillermo durante su alcaldía, intentaron la coherencia con un proyecto de izquierda democrática.
“Con los hombres y mujeres vendedores ambulantes deben también aplicarse políticas coherentes, razonadas y razonables; pues tanto la sociedad como la fuerza pública sigue viéndolos como un problema de orden público, cuando su situación debe avocarse como un problema social derivado del desempleo y la pobreza”, precisa Félix Guillermo.
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